Neuralink, la empresa de Elon Musk especializada en la producción de microchips cerebrales, ya busca contratar profesionales que puedan supervisar en humanos las pruebas de su primer microchip cerebral. Hasta ahora, los experimentos con el microchip se habían dado únicamente en animales, concretamente monos y cerdos.
El implante cerebral de Neuralink, que ya permite a los monos jugar a videojuegos sólo con sus pensamientos como quedó demostrado en un vídeo hace un tiempo, está en principio destinado a ayudar a personas con trastornos neurológicos, como la parálisis.
“Creo que no hay suficiente debate público sobre las implicaciones generales de este tipo de tecnología”, dice la Dra. Karola Kreitmair, profesora adjunta de historia de la medicina y bioética en la Universidad de Wisconsin-Madison.
“Me preocupa que exista este incómodo matrimonio entre una empresa con ánimo de lucro… y estas intervenciones médicas que, con suerte, están ahí para ayudar a la gente“, añade.
El mes pasado Musk declaró al periódico estadounidense Wall Street Journal que Neuralink espera comenzar a implantar su dispositivo en cerebros humanos en algún momento de este año 2022.
Sin embargo, en el pasado el multimillonario emprendedor ha hecho predicciones similares que resultaron ser demasiado optimistas, así que hay posibilidad de que su lanzamiento se retrase.
Según el anuncio profesional de Neuralink, la empresa busca un director de ensayos clínicos responsable de supervisar los ensayos en humanos de su dispositivo médico.
La vacante promete al aspirante trabajar en estrecha colaboración con algunos de los médicos más innovadores, además de los mejores ingenieros. La persona seleccionada también mantendrá relación con los primeros participantes humanos de los ensayos clínicos de Neuralink.
Por supuesto, uno de los requisitos principales es garantizar que la investigación de Neuralink se realice siguiendo la normativa vigente. Las empresas de fabricantes de dispositivos se enfrentan a una serie de etapas que tienen que superar antes de ser aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
La primera etapa se conoce como prueba de viabilidad. La siguiente, tras un proceso de presentación, revisión y aprobación ante la FDA basado en la prueba de viabilidad, es una prueba pivotal del dispositivo.
No está claro en qué punto se encuentra la empresa Neuralink. Por lo general, los fabricantes de dispositivos contratan a directores de ensayos en las primeras fases de su interacción con la FDA. El año pasado, otra empresa que trabaja en interfaces cerebro-máquina llamada Synchron dijo que la FDA había aprobado su estudio de viabilidad previsto, para comenzar pruebas en humano.
Es evidente que Neuralink se enfrenta a una gran cantidad de obstáculos regulatorios, que debe superar antes de que este proyecto se implemente, incluso a nivel de ensayos.