Los familiares de las víctimas habían pedido a Biden que se saltara los eventos para conmemorar el vigésimo aniversario del 11 de Septiembre si no desclasificaba los documentos que, según ellos, mostrarán que las autoridades saudíes apoyaron el complot. Cabe destacar que los gobiernos precedentes, de George W. Bush, Barack Obama y Donald Trump se negaron a desclasificar los documentos, citando como argumento la seguridad nacional.
El documento de 16 páginas, parcialmente redactado y publicado por el FBI se basa en entrevistas con una fuente cuya identidad está clasificada (nombrada como PII) y describe los contactos entre varios ciudadanos sauditas y dos de los secuestradores, Nawaf al-Hazmi y Khalid al-Midhar. Ambos se hicieron pasar por estudiantes para ingresar a Estados Unidos en el año 2000.
El memorando del FBI dice que luego recibieron un apoyo logístico significativo de Omar al-Bayoumi, quien, según testigos, era un visitante frecuente del Consulado de Arabia Saudita en Los Ángeles a pesar de que su estatus oficial en ese momento era el de estudiante.
Sin embargo, no hay evidencia de que el gobierno de Riad fuera cómplice de los ataques que mataron a casi 3.000 personas.
Arabia Saudita ha dicho durante mucho tiempo que no tuvo ningún papel en los ataques. En un comunicado emitido el 8 de septiembre, la embajada saudí en Washington dice que Arabia Saudita siempre ha abogado por la transparencia en torno a los eventos del 11 de septiembre de 2001 y agradece la publicación por parte de Estados Unidos de documentos clasificados relacionados con los ataques.
“Como han revelado investigaciones pasadas, incluida la Comisión del 11-S y la publicación de las llamadas ’28 páginas’, nunca ha surgido ninguna prueba que indique que el gobierno saudí o sus funcionarios tuvieran conocimiento previo del ataque terrorista o estuvieran involucrados de alguna forma”, declara la embajada.
Si bien quince de los 19 secuestradores eran de Arabia Saudita, la comisión del gobierno de Estados Unidos no cuenta con evidencia de que el país financiara directamente a Al Qaeda, el grupo al que los talibanes dieron refugio en Afganistán en ese momento. Tampoco especifica si funcionarios saudíes individuales podrían haberlo hecho o no.
Las familias de aproximadamente 2.500 de los muertos y más de 20.000 personas que sufrieron lesiones, empresas y varias aseguradoras han demandado a Arabia Saudita en busca de miles de millones de dólares.
En una declaración en nombre de la organización 9/11 Families United, Terry Strada, cuyo esposo Tom fue asesinado el 11 de septiembre, dice que el documento publicado por el FBI el sábado elimina cualquier duda sobre la complicidad saudita en los ataques.
“Ahora los secretos de los saudíes están expuestos y ya es hora de que el Reino reconozca el papel de sus funcionarios en el asesinato de miles de personas en suelo estadounidense”, expresa el comunicado.
El FBI publica un documento desclasificado del 11 de septiembre tras orden de Biden
Siguiendo una orden ejecutiva del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el FBI decide publicar el primer documento relacionado con su investigación de los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra el país y las acusaciones de apoyo del gobierno saudí a los secuestradores.
