La erupción volcánica del volcán Tonga provocó el derrame descrito como “el peor desastre ecológico que ha azotado a Perú en la historia reciente” en refinerías operadas por el gigante petrolero español Repsol.
Ahora, Perú exige una compensación a la empresa después de que estas olas anormales de una erupción volcánica cerca de Tonga causaron el derrame.
La primera ministra de Perú, Mirtha Vásquez, declaró a medios locales que la refinería de Pampilla, operada por Repsol, “aparentemente” no tenía un plan de contingencia ante un derrame de petróleo.
El Ministerio de Relaciones Exteriores del país, por su parte, llamó a la empresa a “compensar de inmediato” los daños causados por el derrame, que había infligido “graves daños a cientos de familias de pescadores” y había “puesto en peligro la flora y la fauna” en dos áreas naturales protegidas.
Las autoridades acordonaron tres playas después de que se derramaran 6.000 barriles de petróleo durante la descarga de un camión cisterna en la refinería La Pampilla frente a la costa cerca de Lima, justo al norte de la capital.
El resultado del derrame fueron playas ennegrecidas y decenas de aves marinas muertas empapadas en petróleo, entre ellas el extraordinario pingüino de Humboldt, en un área considerada un punto crítico de biodiversidad marina.
Funcionarios de la refinería, administrada por Repsol, inicialmente describieron el derrame como “limitado” y dijeron que estaban trabajando con las autoridades para limpiar las playas.
Tine Van Den Wall Bake, portavoz de Repsol, negó que la empresa deba aceptar la responsabilidad del incidente. “Nosotros no causamos este desastre ecológico y no podemos decir quién es el responsable”, dijo a la radio nacional. Tras estas declaraciones, los grupos ambientalistas criticaron la respuesta tanto de la empresa como de las autoridades peruanas.
Lo cierto es que el petróleo se estaba extendiendo a lo largo de la costa del Pacífico de Perú afectando a aves marinas, gaviotas, charranes, lobos marinos, nutrias y delfines, según la cuenta de twitter de Oceana Perú, la mayor organización internacional dedicada exclusivamente a proteger los océanos del mundo.
“Los impactos ambientales y sociales del derrame de petróleo de Repsol a corto y largo plazo son devastadores y la respuesta de la empresa ha sido débil”, dijo Christel Scheske, especialista en conservación de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental.
“El derrame de petróleo ha afectado una parte altamente biodiversa de la costa peruana, incluidas dos áreas protegidas que son importantes no solo para la asombrosa biodiversidad marina de Perú, sino también para más de 1000 pescadores artesanales en la región que dependen de ellos”, agregó.
“Los metales pesados del petróleo crudo permanecerán en el ecosistema durante muchos años, lo que hará que los peces, moluscos y otras especies marinas sean peligrosos para el consumo humano y afecten a toda la red alimentaria marina”, concluyó Scheske.
Según el Ministerio del Medio Ambiente de Perú cuando los fiscales abran una investigación sobre la empresa por contaminación ambiental, la refinería podría enfrentarse a una multa de hasta 34,5 millones de dólares.
En un tweet, la Fiscalía General de la Nación dijo que el derrame “es el peor desastre ecológico en Lima en los últimos tiempos, y ha causado graves daños a cientos de familias de pescadores. Repsol debe indemnizar inmediatamente este daño”.
Finalmente el organismo regulador de energía y minería, Osinergmin, ordenó la suspensión de las operaciones en la refinería mientras se investigan las causas del derrame.